lunes, 22 de agosto de 2011

José Antonio García del Castillo (Director INID, UMH)


José Antonio García del Castillo.
Director del Instituto de Investigación de Drogodependencias (INID) de la UMH 

´Estamos muy relajados en materia de drogas´

¿Qué estamos haciendo mal con el problema del botellón?
Tenemos el alcohol como el intocable de los intocables. No se pasa de una leyenda suave en los embotellados como el de "Bebe con moderación, es tu responsabilidad" y cosas por el estilo; pero los daños del alcohol en nuestro país son de una gravedad que bien podría obligar un etiquetado como "El alcohol mata, lenta y dolorosamente", simulando los del tabaco. Los jóvenes que viven una cultura donde el alcohol es protagonista de todas y cada una de las grandes celebraciones, siguen este patrón de conducta sin plantearse otros problemas que puedan estar asociados a su consumo. La mayor dificultad sigue estando en la imposibilidad de aumentar la percepción de riesgo en los jóvenes. En una sociedad donde existe un bar o restaurante cada cuatrocientos habitantes, es irracional pensar que se puede avanzar en sentido contrario con cuatro medidas educativas o preventivas. Haría falta una estructura de acción coordinada y en profundidad entre las instituciones, los restauradores y los profesionales de la salud para poder tener algún viso de optimización del problema. Que lo estamos haciendo mal es un hecho.

jueves, 18 de agosto de 2011

INAPLAZABLE: un "nuevo comienzo" a escala mundial

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El Presidente Obama podría liderar esta inflexión histórica, contando con el G20, para convocar de urgencia a todos los países del mundo en las Naciones Unidas con el fin de:

1. De manera inmediata:
-Designar con amplio respaldo un único interlocutor para resolver los conflictos de Libia, Siria, Yemen y los otros de índole parecida que puedan presentarse.
-Urgente ayuda mundial contra el hambre y las condiciones de vida en los lugares más menesterosos (Haití, Somalia,…).
-Ayuda a las transiciones democráticas y vigilancia de la actuación de la Justicia (activación de la Corte Internacional de Justicia y otros tribunales internacionales).
-Regulación a escala global de los flujos financieros (FMI y BM debidamente potenciados y dotados de agencias de calificación de referencia).
-Eliminación sin contemplaciones de los paraísos fiscales.
-Incorporación de la Organización Mundial del Comercio al ámbito del Sistema de las Naciones Unidas.
2. Acto seguido, poner en marcha un proceso constituyente de unas Naciones Unidas dotadas de la composición, estructuras y medios personales, financieros y técnicos para el cumplimiento de su acción global:
i) Asamblea General compuesta por el 50% de representaciones estatales y el 50% restante, con los porcentajes que se acuerden, por instituciones y organizaciones internacionales y personas elegidas por los países y asociaciones regionales que se consideren.
En las deliberaciones de la Asamblea General y de todos los órganos de las Naciones Unidas se utilizaría un sistema de votación ponderado.
ii) Consejo de Seguridad reforzado con una bien equilibrada representación en virtud del “peso específico” actual de los países, con una gran capacidad de movilización y coordinación de fuerzas (cascos azules).
Llevaría a efecto, entre otras, las funciones principales siguientes:
-Desarme nuclear y reducción de la producción bélica. Desarrollo de nuevas tecnologías acordes con los retos actuales y las estrategias militares que les corresponden.
-Vigilancia de los arsenales militares de todos los países.
-Lucha contra el terrorismo mediante disposiciones de alcance mundial, sin permitir en ningún caso la existencia de “santuarios”.
-Rápida culminación del proceso de paz entre israelíes y palestinos como una de las cuestiones prioritarias para la estabilidad mundial.
-Coordinación a escala planetaria de los efectivos para hacer frente con rapidez a las catástrofes naturales o provocadas, reduciendo el impacto de las primeras y previniendo las segundas, en toda la medida de lo posible.

iii) Consejo de Seguridad socio-económico
-Pautas internacionales para el debido equilibrio monetario. Banco Mundial para el desarrollo, evitando la explotación. Debe terminar la guerra de divisas y de instrumentos atípicos de calificación.
-Economía de desarrollo global sostenible, con acceso al agua, nutrición, salud y educación a todos los seres humanos.
-Observancia de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
-Fortalecimiento de la democracia genuina: libertad de expresión y derecho a una información veraz, con la normativa adecuada para impedir un desmesurado poder mediático.
-Dinamización de los tribunales de justicia a escala mundial, para la plena vigencia y respeto de las normas del derecho internacional.
-Remodelar la deslocalización, cuidando que los beneficios que la codicia induce no sean opuestos a las exigencias medioambientales ni oculten las condiciones de trabajo.
-Favorecer la interculturalidad y convivencia, sobre la base ética esencial de la igual dignidad de todos los seres humanos.
-Prevención de tráficos delictivos supranacionales, con especial referencia al de las drogas, cuyo consumo –como sucede con otros productos nocivos para la salud como el alcohol o el tabaco- pasarán a ser responsabilidad exclusiva del usuario, realizándose las campañas de alerta que correspondan, con el fin de reconducir a su auténtica dimensión sanitaria el grave problema de seguridad que representa en la actualidad.
-Tasas sobre las transacciones financieras electrónicas.
-Estricta regulación estatal en caso de servicios públicos privatizados.

iv. Consejo de Seguridad Medioambiental
-Aplicación en todo el mundo –con las compensaciones a que hubiera lugar- de las pautas de comportamiento y consumo que moderen y anulen en su caso las actuales tendencias de deterioro ecológico, con especial apremio en los procesos potencialmente irreversibles.
-Fomento, científicamente dirigido, de las energías renovables y de las fuentes de escasa o nula producción de CO2 y otros gases con efecto invernadero, que permitan sucesivamente una utilización más racional del petróleo, sustrato que no debemos negar como legado a las generaciones venideras.
-El cambio climático debe pasar a constituir una indiscutible prioridad a escala global, de tal forma que la habitabilidad del planeta no se vea comprometida en el futuro.
-Especial atención a los océanos.

Para todo ello se podría contar desde el principio, junto a personas directamente implicadas en la puesta en práctica de las decisiones, con un grupo de asesores de reconocida autoridad mundial.

“Cuando una oportunidad pasa es inútil correr después para alcanzarla”. Quizás estemos ahora ante una oportunidad, en medio de un gran vendaval, para hacer posible la transición desde una cultura secular de dominio y violencia a una cultura de diálogo, alianza y paz. La gran transición de la fuerza a la palabra, que marcaría un “nuevo comienzo”.

El futuro debe inventarse. No dejemos de hacerlo. 

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